La vieja escuela de 310 metros cuadrados
se ha convertido en un hogar luminoso y espacioso, donde la naturaleza se
siente presente en el interior de la casa.
Aprovechar los recursos de la
naturaleza como los pinos, las ramas,y las piñas. La luz de las velas y los
adornos de origami crean ambientes mágicos y originales.
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